Estamos a las puertas de una gran cosecha si las inclemencias del tiempo no lo impiden a última hora. En términos generales, a menos que venga un pedrisco o una subida muy brusca de las temperaturas, en Castilla y León tendremos una buena cosecha de cereal. Con estas expectativas, los agricultores deberíamos estas contentos porque el trabajo y la inversión de todo un año se va a ver recompensada. Pues lamentablemente nada más lejos de la realidad. Las cotizaciones de los cereales no dejan de bajar semana a semana. Con estos precios una gran cosecha se convierte en mala. El pesimismo y el desánimo de los agricultores se generaliza mientras que las administraciones no son conscientes del problema. Algunos empezamos a estar un poco hartos con eso de que el mercado es el mercado y no se puede hacer nada. El libre mercado y la ley de competencia es la escusa perfecta para que nadie haga nada y se deje caer un sector tan importante como el cerealista.
¿Por qué está pasando esta situación en España cuando somos un país deficitario en cereal? El cereal Ucraniano es uno de los grandes responsables de esta situación. Hemos pasado de importar 3 millones de toneladas a importar más de 10 millones de toneladas. El 40% de las exportaciones de Ucrania tienen España como destino. Países como Polonia y Hungría han aplicado aranceles al cereal ucraniano. La Unión Europea tiene mecanismos de salvaguardia contemplados en sus propios reglamentos, lo único que tenemos que hacer es aplicarlos. Ahora la pregunta es ¿por qué no lo hacemos? Yo creo, que alguien ha decidido que la guerra de Ucrania la tenemos que pagar los agricultores españoles y muy especialmente los de Castilla y León. Ya que, no en valde, somos los mayores productores de la península.
Por si esto fuera poco, los costes de producción no dejan de subir. Con la última decisión del parlamento europeo de gravar con aranceles el fertilizante ruso y bielorruso los abonos nitrogenados han subido un 40% en los últimos 5 meses.
Con este panorama la UNIÓN DE CAMPESINOS hemos dicho basta ya. Por ese motivo hemos convocado movilizaciones esta misma semana. Comenzamos en Valladolid el día 4 de junio frente a la Delegación de Gobierno. Y la semana siguiente a nivel nacional el día 10 en Madrid, frente a la sede de la Comisión Europea en España. Las reivindicaciones son muy concretas. En primer lugar, que se grave con aranceles el cereal ucraniano que tanto daño nos está haciendo, como ya han hecho otros países de la Unión Europea. Que se apliquen los mecanismos de la ley de la cadena alimentaria para que no se pueda vender por debajo de los costes de producción. Que se vigile a los demás eslabones de la cadena para que no se den abusos. Vemos como el precio del cereal está en caída libre pero el precio del pienso o del pan se mantienen en los mismos niveles. Que se dé marcha atrás en la propuesta de gravar con aranceles el fertilizante ruso. En definitiva, que las decisiones políticas vayan en dirección contraria porque sino muchas explotaciones van a ir directamente a la ruina. No nos queda mas remedio que movilizarnos. Esperemos que nuestros políticos entren en razón.